lunes, 26 de febrero de 2018

"Ávila, con este poemario, le da un respiro a la literatura tradicional y la renueva". Comentario sobre "El poeta y el sapo y otros poemas (más un poema cantinero)"


Por Ronald Urbina (poeta y narrador)




Mucho he escuchado acerca de la escritura creativa. En mis clases de literatura con Hildebrando Pérez Grande siempre le he oído decir que el escritor debe incorporar lo lúdico a la estructura literaria y romper los esquemas de la literatura tradicional o canónica. Solo así se puede ir más allá de las fronteras visibles y abrir nuevos horizontes para el lector y la literatura misma. Sin embargo, romper con los esquemas y cánones implica, de alguna manera, ganarse cierta antipatía de los que Hildebrando llama “los duros de la literatura”. En este sentido, el poemario El poeta y el sapo y otros poemas (más un poema cantinero) (Editorial Bracamoros, 2016)de Mario J. Ávila Rubio, es un libro ante todo renovador, porque rompe con los esquemas tradicionales de la poética y nos presenta una nueva forma de hacer poesía. En todo el libro podemos sentir y observar elementos lúdicos. Al que no me crea, lo invito a leer el título del libro. 

Ávila, con este poemario, le da un respiro a la literatura tradicional y la renueva con expresiones poéticas, rompiendo los viejos moldes establecidos. Esto me hace recordar a la teoría de "tradición y ruptura" propuesta por el premio nobel mexicano Octavio Paz. Sin duda alguna, El poeta y el sapo y otros poemas (más un poema cantinero) entra en la categoría de ruptura, para que, luego de algún tiempo, quien sabe, se vuelva tradición. Solo el tiempo lo dirá.

Mi intención no es hacer que este comentario acerca del poemario de Mario Ávila se confunda con una apología. No se trata de alabar un libro de manera subjetiva, sino, al contrario, como buen estudiante de filosofía, de hacer uso de la razón para defender mi propuesta. En los párrafos anteriores he llenado de halagos al libro citado; sin embargo, a pesar de la teoría de lo lúdico y de la tradición y ruptura, estoy seguro de que aún no queda muy claro por qué este libro es considerado por mí como una de las mejores lecturas que he tenido este 2017. 

El poemario El poeta y el sapo y otros poemas (más un poema cantinero) se compone de cuatro partes, más dos poemas adicionales; uno al inicio y otro al final. Cada una de las partes es más creativa que las otras. Por ejemplo, tenemos nombres como Mamut y Ox, en la segunda y tercera parte, respectivamente. Desde los nombres (título de la obra y nombre de las partes) el autor empieza a jugar con las palabras. Pero ¿qué quieren decir Mamut u Ox? Ni yo mismo lo sé. Cada vez que vuelvo a leer los poemas que componen esas dos partes mi mente imagina de mil maneras a Mamut y sobre todo a Ox. Hasta ahora no he podido dibujar la silueta de Ox en mi mente, y eso es lo que hace de este poemario algo sin igual, pues cada vez que se relee es un renacer de la imaginación y un juego permanente con las palabras. Las demás partes que componen el poemario son una amalgama entre refranes, dichos, fábulas y personajes (por ejemplo, Cleopatra), en donde, incluso, se hace alusión a los viejos pero inacabables poemas homéricos, como el poema "Mi Ítaca".

Sin duda, el poemario El poeta y el sapo y otros poemas (más un poema cantinero), de Mario J. Ávila Rubio, es un libro que recomiendo a todos los lectores que quizá, agobiados por la tradición, necesitan un respiro de nuevos vientos, que llegan de la mano de este autor.

En la contratapa, Casimiro Ramírez Tenorio, escribe lo siguiente: “Es un libro hermoso en el que los instantes aparentemente triviales se iluminan como un relámpago y nos dejan ciegos por un momento, y cuando volvemos a abrir los ojos, las cosas ya no se ven como antes”. Y no lo dudo: después de este poemario, la literatura, para mí, ya no es la misma.








NOTA: Este texto se publicó por primera vez en el blog Ángeles del Papel, de Michael Alberto Jiménez Melchor:
https://angelesdelpapel.blogspot.pe